Los
fantasmas
entran en casa por la cocina.
Eso, los que los vemos, lo sabemos.
Entran
y se preparan un bocadillo de palomitas,
y se lo comen en el salón mirando una tele apagada.
Eso, los que los vemos, lo sabemos.
Y mirando a la tele
se imaginan una ventana,
se imaginan un cielo cuadriculado
con palmeras de plástico volando y cuadros
abstractos en paredes
abstractas.
Eso, los que los vemos, que somos un perro
dando vueltas a una piscina y yo,
lo sabemos.