No es una cuestión de gatos.
Es una cuestión de
gustos.
A mí no me gusta la repostería
porque de lo que se trata,
sobretodo, es de
medidas.
A los
ratones no
les gusta el queso.
Igual no vuelve a salir el sol en años.
Eso no nos gustaría nada.
Una frase fea, una frase que no te gusta.
Un gol que valió tres puntos.
¡¡¡GOOOOOL!!!
No es una cuestión de gatos.
Es una cuestión
de gustos.