Los desayunos de Iván no eran perfectos.
No existía una relación perfecta
entre Iván y sus desayunos.
Los zumos de naranja eran naturales
pero no siempre.
A veces eran de caja.
A veces eran de Tetra Brik.
Tenía boles llenos de cereales.
Tenía plátano frito.
Tenía crêpes y sirope de arce.
Y una mente matemática.
Y una mente matemática.
Un buen día una mosca que mordía
se apoyó en sus piernas
de jilguero.
A Iván no le gustaban mucho las moscas
así que se levantó y se marchó de
la cocina.
…
Iván sabía que no existía una relación perfecta
entre él y sus desayunos, pero aquella
mosca, pero aquella mosca…