Esta mañana
he visto desde lejos
marcas de sábanas en tu cara.
Caminas como dormida,
como en una nube.
Luego he visto en el suelo
una flor que nadie pisa
porque nadie la
observa.
Y mis vecinos con chándal…
¡Ay mis vecinos con chándal!
¡Reconocedlo!
Con chándal os tocáis
más el pito.
Y luego…
¡Qué miedo!
Casi me atropella lo efímero,
una mariposa.
Y en el suelo una flor que nadie
pisa porque nadie
la observa.