La gente
camina entre los focos,
una luz parpadea lejos de casa,
sombras de siluetas iluminan la carretera.
No es la trama de todos los días,
no conozco los nombres, su aspecto me resulta
extraño.
Tampoco es para tanto,
creo que todo se puede transformar,
no hay nada como mirar a un punto fijo.
Mentira, la nada no funciona, la lluvia
se cuela en mis bolsillos desde
hace mil años.