No es precipitado preguntar
si existe un hueco bajo la columna
que soporta tu ventana, tiene sentido
si eliges los helados por su color, no por su sabor.
Te juzgo cuando eliges una cesta que no tiene
guante de plástico en el fondo, ni bolsas,
ni trozos de lechuga, ni tallos de
puerro.
Sigues vivo, te pregunto y me contestas
con otra pregunta, cómo odio que
me hagas eso de contestar
con otra pregunta.
No me valen esas respuestas, no me queda
claro si tu helado verde sabe a naftalina,
sigues vivo, te pregunto y me
contestas con otra
pregunta,
cómo odio que me hagas eso
de contestar con otra
pregunta,
pero a ti no te odio.