El otro día
me dijo la muerte
que la sombra delimita el hielo,
el otro día me dijo en un control rutinario
¿de dónde viene caballero?
Y eso me pasa por tener que rezar,
y eso me pasa por quemar
la foto de mi madre.
Luego me dijo que todo envejece,
que todos somos una enorme
bolsa de basura perfumada.
¿Quiénes? Pregunté yo.
Todos, me contestó.
El mundo gira sobre su propio eje,
antes o después la gente
se muere.
– ¿Que se qué?
– Que se muere de repente.
Pues chica, qué parca eres, si yo
me muero de repente se lo
pienso decir a todo
el mundo.