Cuando veo un balón pinchado en la carretera,
cuando veo un pastor de ovejas y escucho
la vieja cigarra saco el brazo por la
ventanilla del coche y siento la
muerte de cientos de
mosquitos
entre los dedos.
Y entonces me cruzo con un camión
y pierdo el brazo de cuajo, y por
eso dejo de sentir la mano, y
por eso ya no siento nada
entre los dedos.