Nos conocimos en la avenida del Generalísimo
número siete, luego creo que la vía
cambió de nombre y de ciudad.
Yo tenía quince pero ella
siempre tuvo diez
y nueve.
Los dos perdíamos el culo
por llegar a nuestro
destino.
(((como un balón de plástico
arrastrado por la corriente de un río)))
Sujetó mi cráneo entre sus manos y pudo
lanzarlo pero no lo hizo, en cambio
quiso hablar conmigo
y regalarme
resultados raros.
17-3
18-15
27-100