Hola buenos días,
tengo una llamada perdida tuya
y en la calle huele
a dentista.
Los coches arrastran las hojas,
casi todos lo hacen,
sobre todo
los más pesados.
Mientras hablo contigo miro
un extraño cartón en el
suelo que reza una
extraña consigna.
¡Hippies no!
¡Iruña no es un zoo!
Bueno, pues eso,
que tengo una llamada perdida tuya,
que pensaba que se trataba
de algo urgente,
por cierto,
¿Te ha devuelto Edurne los
mil quinientos euros?