Nos gusta lavarnos las manos,
sobre todo desde que no sentimos
el dedo meñique.
Hay muchas cosas que no recordamos
de la calle Bergamín, la calle
de nuestra infancia.
Somos dos patos en una rotonda,
somos un coche lleno
de africanos.
Nuestro plato preferido es la lasaña
y por eso no nos gusta utilizar
el plural mayestático.