Camino a hurtadillas por tu jardín,
medio tumbado escucho
el cantar de los grillos.
Las nubes doblan sus ramas y un
manto de lluvia se aleja
por el horizonte.
Soy una camisa nueva sin planchar
que cuando llega tarde
parece un espejismo.
No tengo miedo hundido en el barro,
no tengo miedo porque nunca
lograremos volver a casa
robando flores.