Por mucho que la intentamos esquivar
esa horrible farola se interpuso entre nosotros
toda nuestra vida
Una noche logramos encontrarnos bajo la luz de la luna
pero la dichosa farola se iluminó caprichosa
con la fuerza de cuarenta soles
cegándonos por completo
y evitando así un posible
contacto visual
Supuso su inagotable presencia
un impedimento constante a nuestro alrededor
y se apagó de golpe cuando uno de nosotros
desapareció
…