Qué picor
y qué gusto siento
cuando me arranco la postilla del recuerdo
de un amor tan superficial
Caminábamos juntos
entre las fincas de la periferia
cuando de repente haciendo el tonto
me resbalé por la cuneta
Tú me diste la mano
y me ayudaste a levantarme
Y la herida sangraba
Y la gravilla infectaba mi rodilla
Y no me importaba el dolor
teniéndote a mi lado
Aquella tarde andando
entre las fincas de la periferia
me ayudaste a levantarme
Y qué picor
Y que gusto siento
cuando lo recuerdo
…