Imaginad un mundo
en el que todos los días
fueran veinticinco de diciembre
en el que todos los días
fueran navidad
Imaginad estar condenados a vagar entre la gente
y a tener que tararear el mismo villancico de siempre
por la misma calle peatonal de todos los días
eternamente
¡Qué desgracia y qué locura
sería vivir encerrados
en esa calle
y en ese silencio
toda nuestra vida!
…