que vivía debajo de las montañas
Su cuerpo era un collado
sus caderas eran laderas
y sus pechos cimas escarpadas
Se movía y retozaba
cuando le daba la gana
y a todos los del valle hacía
temblar como en un terremoto
Destruyó bosques
y algunas casas cayeron
derrumbó también la iglesia del pueblo
y los más viejos lloraron sin consuelo
Aquella mujer gigante
no dejaba de moverse inquieta
en su cama de hierba y piedra
Un día los del pueblo se acercaron
y hablaron con ella
Desde que te despertaste y empezaste a retozar
nuestro verde valle no has dejado de destrozar
¿Qué podemos hacer para evitar esta catástrofe?
Entonces ella les contestó
Cada tres siglos me despierto hambrienta y sedienta
pero como estoy atrapada en esta montaña
no me puedo levantar ni para comer ni para beber
Estoy acostumbrada a que tu pueblo
desde hace mucho tiempo
me traiga el desayuno a la cama
Acto seguido
todos los del pueblo se reunieron
y decidieron ofrecer a la montaña
toda la comida que pudieran
durante una semana
Le ofrecieron patatas
Le ofrecieron manzanas y naranjas
Sacrificaron todo su ganado
y vaciaron todos sus pozos de agua
Se quedaron sin nada
pero respiraron tranquilos
cuando al final del séptimo día
observaron como lo habían hecho siempre
vespertino
su valle profundamente dormido
…