Y su mujer abrió la puerta,
y dejó entrar al
perro.
Y su mujer abrió la puerta,
y dejó entrar al
perro.
Qué manía con el éxito
Sr. Thomas Edison,
qué manía.
Si se aburre cámbieme una bombilla,
si quiere le dejo la escalera,
si quiere le compro
la bombilla.
Es de led, es una bombilla de led,
¿acaso nos las conocen allí en el infierno?
Bombillas de led,
bombillas de led,
bombillas de led,
¡Joder!
Qué manía con el éxito Sr. Thomas Edison,
qué manía, si tanto se aburre invente
una bombilla de frío para no
quemarse tanto
el culo.
Las casas
de las bañeras
ya no escuchan los alaridos
de los coches, bueno sí, escuchan
a Zape.
Zape pasa con su coche a toda velocidad,
a zape no le importa casi nada,
si te preocupas por algo
Zape vuelve a la cuna.
Su truco me gusta, hila fino,
es elegante a su
manera.
Ese Zape ahí.
Imaginad en bucle
una plaza en la Edad Media,
imaginad una plaza de mercado llena de gente.
Imaginad saltimbanquis, volatineros y juglares.
Imaginad un castillo de fondo,
imaginad sus blancos muros impenetrables.
Ahora decidme,
¿es la plaza un castillo?
¿Es el castillo una plaza de mercado?
Yo, qué queréis que os diga, no encuentro
la diferencia, no reconozco la madera
de la cual están hechas
mis respuestas.
Antes
miraba el infinito,
ahora miro la pantalla de una
impresora 3D.
No me aburre,
no me cansa completar el proceso
con los ojos.
Llevo toda la mañana esperando un llavero,
me han crecido cuatro canas esperando
un llavero.
Es un piano de plástico,
te lo he fabricado porque te quiero,
porque tocas muy bien el piano, te lo he fabricado
porque tocas muy bien el piano, te lo he fabricado, piano,
plástico, para ti.
Mi rutina de escribir
consigue que olvide que vivo
mi vida.
Tengo dulzaina de sobra
y cuatro cuadernos llenos de notas,
tengo manía persecutoria, tengo ganas
de montar un mueble.
Los chinos comen murciélago,
los chinos comen murciélago,
los chinos comen murciélago,
y nosotros caracoles.
Mis recuerdos en tropel,
un yogurt debajo de la mesa,
una tienda de alquiler de cedés.
La luz del pasillo no era una luz encendida,
la luz del pasillo era una luz abierta
que mi padre cerraba.
No me quedan fuerzas para recordar más,
me gusta el fundido, me gusta sin cortes,
me ayuda a entender mejor la trama.
Se llenó de luz el espacio físico
entre la tele y la pared.
Mi madre
se quedó flipada,
yo dejé de tocar la guitarra,
mi padre dejó de aplaudir y dijo en voz alta:
Tenemos una capacidad pasmosa de olvidar.
¿Llegaremos al pillaje?
Me apetece pillaje, alunizaje,
cubos de basura y contenedores ardiendo,
trompos en las aceras, coches robados, crestas,
metralletas, chupas de cuero y pistolas. – Dijo mi abuela.
Una víbora peligrosa
que resulta ser falsa desoye
las indicaciones, se contradice y lo
que pregona parece ser de suma importancia.
Una forma lábil,
una forma de hablar no essstúpida es no hablar.
Pero sisea,
pero sisea y se arrastra por tu rellano,
pero esquiva una bolsa de plástico vacía que nadie
se atreve a recoger del suelo.
Si tu acento esss reservado no te creo, si tu acento esss
reservado no te sssiento, ni me arrassstro,
ni resssulto ser falsssa.
Antes
era imprescindible pasarlo mal,
no hacía falta ser guapo pero sí raro,
y tener los ojos rojos de cordero degollado,
y tener el pelo grasiento y la cara muy blanca.
Ahora
es imprescindible ser feliz,
no hace falta ser guapo pero sí un hortera,
y tener los ojos blancos como pelotas de ping-pong,
y tener el pelo recién lavado con champú y secado con secador.