MURCIÉLAGOS EN LA CABEZA

No tengo miedo caminando de noche.
Me gusta el bosque y todo
lo que intuyo.

(Bañado de luz de luna y espejos).

Ojos rojos
en los huecos de los árboles.
Gusanos blancos en el suelo de barro.
Murciélagos en la cabeza y bichos verdes en los brazos.

Y por eso ahora tengo miedo, porque veo
cómo se cuela entre los arboles
un primer rayo de sol.

Como un bebé que llora cuando nace.
Empiezo a ver una salida
y el comienzo de un
nuevo amanecer.

Y no
me gusta lo que veo.
Y no me gusta lo que acontece.
Odio las cosas a la luz
del día.

Prefiero la noche.
Prefiero la oscuridad y la profundidad del bosque.

GARBANZOS

Vuelvo para casa en metro.
Delante de mi asiento una chica vomita garbanzos.
Está borracha.
Supongo que como lo hemos estado todos alguna vez.
No sé qué siento.
No sé si es asco.
Tampoco es pena.
Es una dosis de absoluta realidad la que me invade.

Espero que se te pase.
Descansa desconocida.

Mañana será otro día y entonces decidirás,
o no, sabrás que cenar garbanzos
no fue tan buena
idea.