
Me congelo dentro de un arcón 
junto a siete bolsas de 
patatas fritas.
Allí dentro el frío es atroz.
Allí dentro la oscuridad 
produce terror.
Me protege imaginar tu cara de lata 
 de crema para el calzado 
 Servus, 
tu cara bonita.
Me protege soñar tu cara de luna llena, 
ojos, nariz y boca en el centro,
tu cara redondita.
Y ya no siento frío.
Y ya no siento miedo.
Y ya no siento lo que se supone 
que debo sentir dentro 
de un arcón.





