UN DEDO DE LA MANO

Calor mucho calor.
Mosca mucha mosca.
Cansado muy cansado.

La ropa se seca muy rápido
y lloras viendo

la televisión.

Si colocas un trozo de hielo sobre tu cama
tu cama se queda helada, si caminas
de noche se oyen

las casas.

Calor mucho calor.
Mosca mucha mosca.
Cansado muy cansado.

Sabes por las noticias que
la charca de Pegalajar sigue llena,

te tumbas en la cama y te conformas
cuando me tocas un dedo de

la mano.

LA RAZÓN

Buscando lubricante con olor a
cerezas en el árbol
encontramos

una multa impregnada de lluvia.

La tripas vulnerables de los peces flotaban
en los charcos y cuatro botes de champú
esperaban ser derramados

en el suelo de la calle.

No dijimos nada más en toda la tarde,
cruzamos el río con desgana

y abrimos cuatro bolsas de basura,
y confirmamos una realidad,
y te marchaste con esa
sonrisa estúpida de
quien sabe

que tiene la razón.