
Dados de cristal.
Dados de porcelana china muy fina.
Dados que cuando los tiras se rompen en mil pedazos.
Noche de pedos.
Noche de muchos pedos.
Noche que rompe al alba en mil pedazos.

Hace tiempo, un ciego cojo destornudos violentos
al que incautaron tres discos duros
llenos de porno duro para
ciegos de nacimiento
me dijo:
¿Quieres verme limpiándome el culo?
Yo no me veo y de nada me sirve un espejo convencional.
Y luego gritó jubiloso:
¡Que vivan los pasos de tortuga!
¡Que vivan los pequeños y lentos avances!
¡Viva el cumplimiento de tus objetivos razonables!
Entonces le tomé por un loco ciego de nacimiento cualquiera.
(Por sus discos duros sobre todo).
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Pasó
el tiempo y yo
sin saber que pasaba, me tumbé a pensar en la cama:
¡Maldita sea!
Me siguen calando sus gritos llenos de júbilo
y me sigo planteando una respuesta
a su invitación.