Adiós
mi mundo, relájate.
Te veo y paso de largo.
Y vuelvo sobre mis pasos para verte
de nuevo y decirte que
me
marcho.
Ya
nunca
más me secaré
las manos con el mantel
de la mesa de la cocina
de casa de mis
padres.
Adiós
mi mundo, relájate.
Te veo y paso de largo.
Y vuelvo sobre mis pasos para verte
de nuevo y decirte que
me
marcho.
Ya
nunca
más me secaré
las manos con el mantel
de la mesa de la cocina
de casa de mis
padres.
Soy de mi pueblo de toda la vida. Ver todas las entradas de Txema Maraví Artieda