Nunca tendré un lugar propio en Barcelona
pero por el momento, miro, observo,
decoro mi sitio.
En el metro
alguien que no conozco
(ni de vista)
esquiva una venda usada.
En un semáforo
una pareja discute montada en su moto.
Por
la calle
observo personas
que son feas por su extrema originalidad.
Barcelona es un bingo de bombo metálico.
Barcelona es una gaviota de Barcelona
que se ríe de todo lo que hago,
de todo lo que soy.
Para ella soy un payaso.