Conversación entre dos
motoristas del futuro parados
en el semáforo de una calle sitiada.
¿Qué se dirían?
Nuestras abuelas lo hacían con las manos,
regar sus plantas y ver cómo avanza
el atardecer detrás de
las montañas.
Nuestros antepasados lo hacían con las manos,
engañar los caracoles a fuego lento,
escuchar el viento desde
su ventana.
No aliñaban sus ensaladas, componían
la lechuga con bien de vinagre,
como decíamos en
Navarra.