Recuerdo una estampa casi navideña,
recuerdo que cuando me robó
ese yonki empapado en
sudor toda la pasta
yo
te observaba a través del
marco de la ventana
cerrada
distante
y sentada en
tu despacho mirando
el ordenador sin enterarte
de nada.
Recuerdo una estampa casi navideña,
recuerdo que cuando me robó
ese yonki empapado en
sudor toda la pasta
yo
te observaba a través del
marco de la ventana
cerrada
distante
y sentada en
tu despacho mirando
el ordenador sin enterarte
de nada.