Aceptas la muerte,
no te importa conectar
cuatro neveras viejas con los
pies mojados.
Un taco cerrado de quinientos folios
debajo de la pantalla de tu ordenador personal
es muy de oficina pero no te importa,
tu bello facial también lo es.
Se supone que tu color favorito es el azul,
no te importa que lo sepan, no te importan
las fresas de Huelva
en llamas.
Ensucian las calles tus flores, ensucian las
calles de colores pero eso tampoco
te importa.
Cuando apareces de repente se marchan
aterrados todos los pájaros y siempre
que lanzas un escupitajo al suelo
te arrepientes.