COMO UN PERRO LADRANDO AL VIENTO

Creo que ya lo dije.
A veces lloro pensando en mi funeral.
Lloro pensando en las personas que dejaré, en las que se quedarán.

Me imagino a unas rezando.
A otras riendo.
Y a otras respirando por fin.

Pero las personas que más pena me da imaginar son
las que llorarán porque ellas saben que tarde
o temprano llegará el olvido.

Como un perro ladrando al viento,
como un perro ladrando
a la nada, siempre
llega.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *