AL DESPACHO

Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.

¡Dejadle! ¡Que ha comido vino! – Decían los otros.
Pero a él no le importaba nada lo que dijeran los demás.

Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho de vino.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *