Adoro mis ojos rojos.
Quiero mi blanco del ojo rojo,
no blanco.
Son mis ojos sensibles, siempre lo han sido.
Vulnerables, finos termómetros de mi estado de ánimo.
Puedo mentir pero ellos siempre me delatan.
Estúpidos ojos que me acompañan
desde niño.
Ojos de cordero degollado un día de resaca.
Ojos de felicidad y culpabilidad.
Ojos tristes, ojos llorosos.
Ojos enfermos.
Ojos de loco y de tonto.