El autor de la tarta de cumpleaños, un africano
blanco adicto al porno, soplaba las velas
con fuerza.
Todos los que lo vieron le dijeron:
Violencia es tu despiste, tu dejadez.
No eres tú quien debe soplar esa tarta.
Tú eres el repostero, tu tarta es un encargo.
Pero el autor de la tarta no hacía ni caso.
Soplaba las velas y llenaba
la tarta de babas.