Hortensio el horrendo
no es una persona, es un órgano del gobierno.
¡Lagarto! ¡Lagarto!
Se quejan los vendedores de cultura pero
no se quejan los vendedores
de tornillos.
¡Lagarto! ¡Lagarto!
Se acerca Hortensio el horrendo con una canción,
con un poema o lo que sea.