Se acabó
la batería de
mi cepillo eléctrico,
y entonces no supe cómo lavarme los dientes,
y mirando una pantalla de cine blanca
pensé que sólo estaba en el cine
por las palomitas.
Pero estaban rancias
y se pegaban en las muelas,
pero estaban rancias y se clavaban
en las encías.
Para cuando quise darme cuenta estaba de
nuevo en casa y en la pila de la cocina
una bayeta mojada y sucia.