Cómo se
agitan las ramas
de los árboles en esa rotonda
y en mi casa sestrella
la yema.
Te dijeron el orden,
pan rallado, huevo y pan rallado,
te dijeron el orden pero tú no hiciste
ni puto caso.
Te
queda bastante
bien la felicidad cuando gritas
y bajas la persiana
y no quieres ver
a nadie,
cuando te observas en la superficie brillante
que asoma en agosto, en agosto
celebramos una fiesta y me
lo cuentas, te peinas y
empujas un carro,
yo mientras
tanto intentaré no
pasarme con el orégano
en los espagueti.