Cuando seas un árbol
que lanza pompas de jabón
desde la ventana de su habitación,
entonces y sólo entonces podremos hablar.
Mientras tanto no me cuentes cuentos, no me digas que la sombra
de un buitre se desliza entre las piedras y que por eso has
dejado pasar de largo tu vida, no me digas que por
eso te tiene que gustar la gente,
mejor no me digas nada.
Cuando seas un árbol que lanza pompas de jabón
desde la ventana de su habitación,
entonces y sólo entonces
hablaremos.