Carne y ladrillo es lo único que se mantiene
a salvo después de una jornada
lluviosa.
Todavía se mueve tu ropa tendida,
todavía se mueve después de
toda la tarde oscilando.
El tono del viento a veces pregunta,
el tono del viento y tú lanzáis
montañas, carne
y ladrillo.