Couso y Érika Ortiz

Da miedo lo que se podrá llegar a oír en tv sobre la muerte de Érika Ortiz, la hermana menor de Letizia, la Princesa de Asturias. La noticia cayó como una lotería en algunas redacciones de tv, que vieron rápido la posibilidad de una exclusiva entorno a la Familia Real. Tal y como se van sucediendo los rumores, se nota en el ambiente los deseos de que el suceso se salga de una muerte normal. Se implora por que encierre secretos inconfesables. Últimamente sobrevivían abriendo latas putrefactas, como la que presentó Teresa Viejo sobre el fallecido pederasta y duque de Feria, en su programa de cotilleo revestido de investigación llamado 7 días 7 noches . Pero el tiempo lo dirá.
Sí ha sido una sorpresa agradable ver que familia, amigos y compañeros del cámara José Couso, asesinado a sangre fría por militares americanos, siguen adelante en el camino incierto de los tribunales, amparándose en el derecho internacional que les asiste. No están solos en esa pelea, a los miles de apoyos recibidos se une el recuerdo imperecedero de las mismas imágenes que el mismo Couso grabara cuando estaban a punto de matarlo y después de haberlo matado. La sangre fría de los que dispararon desde aquel tanque no puede salirse con la suya. Justo ayer se conocieron las imágenes de otro acto similar, pero esta vez perpetrado desde un avión que disparaba fuego amigo sobre un vehículo sospechoso que resultó ser un compañero inglés. Vemos a diario que la vida en este planeta no vale nada y este mensaje habría que cambiarlo. Que se haga justicia con Couso será la mejor noticia que puedan darnos porque, tal y como va transcurriendo el conflicto y viendo las ganas de seguir enviando tropas que tiene el Gobierno Bush, los telediarios tienen asegurada la tragedia para la próxima década. Vamos, igual que los carroñeros con la muerte de Érika Ortiz.

http://www.youtube.com/watch?v=vo3TcTIJEY4

Corazón a la siesta

El mundo pasa y los presentadores de informativos son cambiados después de envejecer delante de nuestras narices salvo, claro está, Ana Blanco y Matías Prats, para quienes la aparición diaria en la tele es una cuestión de supervivencia. Ambos comparten una especie de pacto con el diablo, o algo parecido, por el que apenas han envejecido en los últimos 15 años. Cuando uno los ve, es como si nada hubiera cambiado, como si se confirmara a diario que la vida eterna existe aunque sea para ellos dos. No ocurre lo mismo con los presentadores de los programas del cotilleo, porque han cambiado tantas veces, que uno ha perdido la cuenta de sí son nuevos o, como Matías Prats, llevan diez lustros. Lo que sí se puede afirmar es que estos programas, informativamente, no aportan mucho. Aunque dejes de verlos durante una temporada, luego enlazas con ellos y compruebas que, en unos minutos, te pones al corriente de todo lo que se ha estado hablando durante un trimestre. Entonces: ¿de qué sirve todo ese despilfarro horario de tertulias hasta las mil, primicias que no lo son y marujeos de peluquería? Para muy poco. La información que aportan al mes los de Aquí hay tomate, por poner un ejemplo, se podría resumir en un minuto y todavía habría tiempo para dar consejos médicos para proteger nuestro corazón y una receta de paella. Lo que ocurre es que, de vez en cuando, es entretenido pasearse por ese programa y ver cómo Jorge Javier y Carmen Alcayde siguen adelante en su cruzada de despellejar vivo, o muerto, a cualquier famoso que tenga la suerte, o la desgracia, de ser citado en su programa. Gusta ese linchamiento público gracias al cual cerca del 50% de la audiencia que a esas horas dormita delante de la televisión, tarde tras tarde, los convierte en los elegidos para echar la siesta.

http://www.youtube.com/watch?v=wdJls1msROg

Luz en la noche

EL apagón simbólico de luz el pasado jueves tuvo como consecuencia directa el apagón no se sabe si voluntario o no, de la tel, que también tiene su sismología. Esa tendencia de ver la televisión como quien mira el paisaje es uno de los ejercicios fijos que más se practica y que cualquier Nany nos recriminaría con toda la razón del mundo. Digo esto después de conocer que, el pasado fin de semana coincidiendo con el frente frío, se batió el récord nacional de visión de televisión. Según parece estuvimos más de 5 horas delante de la caja tonta. Al parecer con el frío volvimos a nuestros orígenes, es decir, a esa reunión delante de la tele como si no hubiera otros espectáculos en el mundo. Y la verdad es que esta semana en Fago se ha producido uno de esos fenómenos mediáticos que luego se reflejara en algún filme o serie de tv. El asesinato del alcalde con un tiro de postas nos vuelve también a la noche de los tiempos. Rencillas añejas, rencores acumulados han dado lugar a un crimen que promete ser el gran drama televisivo del año que acaba de empezar. Y para comienzo esperanzador el de otra noche un poco más clara: La noche americana en Cuatro con el inclasificable Juan Carlos Ortega, aquel guionista genial que Sardá tenía guardado en el armario y que un buen día salió de él y vimos que era, en buena medida, el responsable del mérito provocativo del presentador catalán. Ortega hacía de tercera pata en Chanel nº 4 con Boris y Ana García Siñériz, por fin echa a volar y crea una programa a su medida acompañado de Olimpia una señora sin complejos con la que se complementa muy bien. Humor del absurdo que lo mismo les lleva a echar por mirar el rascacielos de King Kong ante la indiferencia de los neoyorquinos, que a asesinar en directo a la sobrina del entrevistado José Mª Iñigo. Ya ven: hay razones para retrasar el apagón final.

http://www.youtube.com/watch?v=t8MY_yYP9iI

La tele de Madrid

La llegada de Sánchez Dragó a presentar el informativo nocturno de Telemadrid ha tenido una repercusión mediática fuera de lo normal. Es conocida la tendencia centralista según la cual lo que pase en Madrid tiene que interesar al resto del Estado, y casi nunca es así. Que la televisión pública madrileña apueste por hacer un ladrillo informativo con un escritor con tendencia política hacia la derecha, toques de megalomanía exagerada y frases retóricas más cercanas a la pedantería que a la necesaria claridad en la información televisiva es una decisión dudosa pero respetable. Pero una vez más se demuestra la desproporción con la que se juega en este país. Mientras unos tienen cobertura de medios hagan lo que hagan, otros que hacen lo mismo en otras comunidades pasan desapercibidos y su trabajo jamás será valorado con ese mismo rasero. Ocurre lo mismo con otros ámbitos: el teatro, el cine, el fútbol que se practica o se realiza en Madrid tiende a considerarse como el que nos tiene que gustar al resto. Evidentemente, no es así. Cada comunidad tiene que desarrollar su propia personalidad televisiva y además tiene que luchar con los 50 años de centralismo desproporcionado que ha trabajado sistemáticamente la televisión generalista. Y es que el negocio de su televisión reside precisamente en crear personajes populares para 40 millones de personas. Que el país se divida entre el Madrid y el Atlético de Madrid frente al Barcelona, desde luego no beneficia a Osasuna, por poner el ejemplo más cercano. Hay que paliar desde aquí esa tiranía madrileña de marcar los contenidos, los temas y las aficiones. Mientras los Sánchez Dragó duermen a los madrileños con sus informativos, tenemos que hacer la tv más nuestra, que hable de nosotros y se olvide para siempre de los personajes de la corte.

Goyas sin estrellas

La gala de los premios Goya se resolvió con ciertos cortes de esos que se nota que no es en directo y un ritmo algo menos mortecino que la soporífera sesión del año pasado. Según preguntes, para unos el presentador José Corbacho estuvo sobrao o todo lo contrario. Y es que por más que se intente, el cine español no tiene el atractivo del americano y pasa lo mismo con el tirón en la entrega de los premios. La gran novedad de este año residía en eso de colocar en el exterior del teatro a unos entrevistadores que fueron preguntando y, en la mayor parte de los casos, presentando a las estrellas. Y es que el problema de nuestro cine es precisamente ese: muchas de las estrellas son gente desconocida a la que hay que presentar. «O sea, tú eres Antonio de la Torre, para quien no lo conozca, el protagonista de Azulosucurocasinegro» . Pero los prolegómenos lograron crear cierta expectación sobre lo que iba a ocurrir minutos más tarde en el interior del teatro, que, por cierto, nadie se ha preocupado de decir en qué local se desarrolló. El tema es que el calentamiento del acto por parte de los chicos de España directo dio como resultado que asistiesen desde sus casas, un millón de personas más que en la última edición. Esto es positivo, sobre todo si tenemos en cuenta que el cine español perdió seis millones de espectadores si lo comparamos con el año anterior. Es curioso que, con todo el potencial que tiene TVE, acabe dejándolo en manos de una productora privada y esos cuatro chavales que recorren de cabo a rabo la península y con el presentador José Corbacho, que les da para el pelo todas las noches en Buenafuente . Pero algo es algo. Del millón de personas recuperado quizás mil se animen a ir a ver alguna película de las premiadas. El resto es muy probable que siga a Corbacho con Buenafuente en Antena 3.

http://www.youtube.com/watch?v=V87J5BrL1eY

Deltell y Lobatón

UNO no sabe si el mayor mérito de Xabier Deltell es el de poner esa cara o sacar la carcajada tocándote no sé qué fibra íntima y primaria. Se hizo famoso haciendo entrevistas esperpénticas a tipos colgados que luego montaban en Crónicas marcianas y las servían frías como los entremeses de verano. Eran temas tan burdos que Sardá acababa la sección con la frase excusa de «Deltell, estás despedido». Pero a Deltell no sólo no lo despidió nunca sino que ahora se lo rifan. En Cuatro sigue haciendo lo mismo que en Crónicas y por si fuera poco, los de Mira quién baila lo han fichado como personaje patoso y salido con licencia para todo con tal de que saque la carcajada del público y, de momento, lo está consiguiendo. Bailar no baila pero, a estas alturas, se ha demostrado que lo que menos importa en este programa es el baile, y sí ese toque graciosillo que últimamente van tomando casi todos los personajes, incluida Anne Igartiburu, que cada día se suelta mejor la melena y se permite licencias y chistes facilones.

Échese a temblar si usted se encuentra en paradero desconocido y no quiere que nadie le reclame. Tenga cuidado porque Antena 3 recupera a uno de los grandes. Paco Lobatón dirigirá el programa Los más buscados. Una mezcla entre el famoso Quién sabe dónde, con el que arrasara en la década de los noventa, y el Se busca de las películas del oeste con foto del forajido incluida. El programa viene en apoyo de las mañanas de esta cadena, en las que la rubia Susana Griso no parece haber obtenido todo el apoyo de la audiencia que esperaban. Ahora, con Lobatón dando la murga todos los días, habrá que tomar precauciones. Ojo con alargar las juerga, lo mismo recibimos en directo la llamada de la madre o nos sorprende en plena gaupasa la voz de la hija pequeña gritando en riguroso directo: «Aita, vuelve a casa que ya es mediodía».

Sexo y Farruquito

UNA gran máquina de escribir y una luz muy contrastada son los elementos del nuevo programa de entrevistas que propone TVE para el prime time de la noche de los miércoles. Puro suicidio, si no fuera porque quien completa ese escenario es un viejo Ratón colorao . Porque está admitido como verdad contrastada en la profesión periodística que si alguien sabe sacarle partido a las entrevistas ése es El loco de la colina , que ayer estrenaba su nuevo programa, La noche de Jesús Quintero . En su estreno ha querido contar con el personaje que roce la caída libre en el escurridizo alambre de la fama y la perdición. Su entrevista a Farruquito fue toda una declaración de principios sobre lo que su nueva temporada pretende. Pero ojo con el personalismo que últimamente destila este periodista-artista. Su programa pretendidamente de autor choca con la personalidad que debería ejercer TVE: una televisión pública, además de parecerlo, ha de ejercer un liderazgo moral independientemente de las audiencias y peleas comerciales. Para empezar, unas fuentes dicen que Farruquito cobró veinte millones de pesetas por someterse a las preguntas del loco , y otras, que fueron sus ganas de decir la verdad las que le animaron a ir gratuitamente al programa. No es que los 20 kilos escandalicen a nadie después del saco sin fondo del déficit del Ente y las personas, incluida la nieta de Franco, a las que han sido capaces de contratar en los últimos años.
Un día antes el fantasma de La Sexta seguía en el más allá su lenta lucha por hacerse ver como las demás cadenas en nuestros hogares. Llegan noticias de Alessandra… sólo sexo , un nuevo programa didáctico que, como su propio nombre indica, habla de sexo. Alessandra es una argentina de apellido Rampolla pero desconozco si su propio apellido indica algo o es pura casualidad.

Roto o descosido

ESTOY convencido de que «de mayor yo quiero ser concursante» supera con creces la respuesta que hoy daría los niños por encima de bombero, médico, etcétera. Esta eclosión de gente que ve en el concurso televisivo una salida profesional acabará, si es que no la hay, con academias y escuelas de los concursantes que alcanzaron tanta fama, en su momento, que pueden convertirse en profesores de los miles de aspirantes. Si quieres triunfar en Gran Hermano, matricúlate en la academia de Kiko. Seguramente todo el conocimiento y las materias se puedan resumir en un libro tipo Cien consejos para atrapar al espectador o Cómo poner de tu parte a la peña que manda sms . Es tal el prestigio mediático que reciben estos concursantes, incluso mucho después de haber aparecido, que en Cuatro han pensado que sería bueno juntar a todos esos ganadores de concursos. Así lo presentaba Boris Izaguirre, que ahora ha pasado de poner toda la carne en el asador de Crónicas Marcianas a esa jubilación vespertina, aburrida y placentera que parece vivir junto con Ana García Siñeriz y el otro colaborador de Sardá llamado Juan Carlos Ortega. No recuerdo el nombre del programa y permítanme que no utilice más tiempo en comentarlo. Hacer un programa con los retales del pasado es una tentación que acostumbra a salir mal. Conociendo cómo se las gastan alguno de estos ex concursantes, tendremos algún escándalo que les asegure el regreso a los platós. Y para finalizar con otro concurso, la segunda aparición del presentador de informativos Jesús Álvarez en Miraquiénbaila no deja de llamarme la atención. Cuando aparezca de nuevo informando tendremos la impresión de que se va a subir encima de la mesa a claquear en plan Fred Astaire. Se ve que a algunos en vez de jubilarlos los reciclan. Lo mismo tapan un roto que un descosido.

Gargantas rotas

NO creo que la garganta partía de Paula Vázquez aguante la tortuosa elección del próximo representante en el festival de eurovisión. Si vemos los ganadores del año pasado esta votación puede interpretarse como una tomadura de pelo más que otra cosa y si a la Vázquez le apañan una letra es muy probable que cosecharan un gran resultado si la presentan. Tanto como el que desde octubre y domingo a domingo está consiguiendo la serie de ETB Balbemendi sobre los misterios de l a desaparición de Irati en poblado de Artikutza y las sospechas de que Ane puede estar detrás. La serie debe estar llegando a su final pero quizás la realidad del asesinato del alcalde de Fago en el pirineo aragonés le confiere cierta actualidad a la temática, de esa historia que protagoniza con credibilidad la actriz Edurne Azuara. Todo lo contrario a la credibilidad que tiene el personajes de Risto en la el concurso Operación Triunfo, programa que por cierto ha entrado en la fase final. Este personaje es la única novedad en esta edición y, si me apuran, es la única novedad importante desde que se estrenara hace seis años. Un personaje que, pese a su rápida popularidad, todo el mundo ha asumido que se trata de un actor más que de un juez típico. Quizás por eso sus comentarios hirientes de tío borde oculto tras unas horteras gafas de sol de diseño, ahora rebotan en los concursantes con la normalidad de una pelota en manos Martínez de Irujo. Con Risto este programa ha sorprende hiriendo, como le ha ocurrido al Gran Hermano inglés que ha tenido que llegar una india para que salten los gestos racistas, el escándalo y, por supuesto, la audiencia, que había escapado de aburrimiento y ha vuelto a interesarse. La Milá y compañía habrán tomado buena nota. Ya ven por donde van los tiros en tv: gargantas partías, tíos bordes e insulto al inmigrantes.

Original de USA

DESPUÉS de asistir a la desilusionante ceremonia de los Globos de Oro con el fracaso de Volver de Pedro Almodóvar y la actriz Penélope Cruz, uno podría estar contento por el triunfo sin paliativos de Cuatro. La cadena así lo interpretaba anunciando que cuatro de las series que ellos emiten habían recibido el espaldarazo de ese certamen de cine y televisión que se basa en la votación de la prensa. Junto al éxito del actor que interpreta a House, Hugo Laurie, y al actriz Sara Oph, de Anatomía de Grey, están la serie Medium y esa magnífica obra llamada Roma , un proyecto de la BBC que indica por dónde deberían ir los tiros de otras televisiones públicas como TVE ahora que ha tomado las riendas un nuevo equipo directivo. La apuesta de Cuatro por la ficción va a tiro hecho pues casi todas ellas son producciones americanas que, en muchos casos, son productos ya estrenados cuya fama les precede. Esta cadena ha tenido claro que en este aspecto no va a andar con probaturas y demanda la denominación de origen USA para sus estrenos. Así parece que a las ya consagradas en parrilla, incluída la estrenada ayer Psych, añadirá su gran apuesta Ugly Betty, que es una versión muy americana del manido producto de Betty la fea , que podemos ver en Telecinco por las tardes, pero que aquí formara parte del competitivo horario de la noche. En este aspecto la oferta que planea Cuatro es muy consistente: nuevas entregas de Roma, Anatomía de Grey yEntre fantasmas . A las que añadirá estrenos como el gran éxito yanqui del año Cinco hermanos, del que hablaremos en su momento, y por supuesto el cambio generacional que nos propone el clásico Smallville. En Cuatro tienen razones para estar contentos con los Globos de Oro. No así la pequeña industria televisiva de aquí, que tiene que conformarse con el incómodo papel de segundón.