Mi
retirada
se antoja complicada.
Creo que me quedo.
Creo que me queda un tiempo.
He visto una nube en Sarriguren
que parecía una montaña
milenaria.
He visto la isla de cemento más bella de todas,
con sus flores secas pero vivas, mecidas
por el viento de una cálida
tarde de verano.
He olido la sangre y el barro de la cuneta
contra la que me puedo estampar
con el coche si voy muy rápido
y me despisto.
Mi retirada se antoja complicada.
Creo que me quedo.
Creo que me queda un
tiempo.