ME ATROPELLA UN TAXI

Viejos y viejas
Culturetas de filmoteca
Me lanzan su aliento fétido.

Todos a la vez.

Niñatos de sala de estudio
Se tiran pedos dentro de sus bocas.
Me siento indefenso y obligado a correr
En dirección contraria.

Una nube fétida me persigue todo el rato.
Me siento un ciclista limpiando
Su bici de carreras.

Me siento ser algo que nunca seré.

Mi culo crece dentro de mis mallas.
Siento que crece algo en
Mi entrepierna.

Me siento ser y no ser.
No sé si pasará mi vida en algún momento.

Los homosexuales
Con su frialdad
Se han hecho
Con la tele.

Han
Pillado
Cacho con
Su ser helado.

Unos niños jugando a pillar no me molestan.
Una pata de jamón de jabugo encima
De una mesa sí.

Me atropella un taxi.

TE LO RECOMIENDO

Todo me parece melancólico.

Cada piedra,
cada flor,
todo está en su sitio.

Flejes, plásticos, cristales.
Una caja de cartón bajo la lluvia.
Adoro mi jaula y sus feos alrededores.

Si viviera en Egipto, cerca de las pirámides,
adoraría las pirámides, y la Esfinge,
y la basura de los
egipcios.

Una mierda de perro en una bolsa.
Una bolsa encima de un banco.
Igual mejor se quedaba,
la mierda encima
de la hierba.

Pero no pasa nada.
Forma parte del paisaje.
Todo me parece melancólico.

¡Oh!

Que todo te parezca melancólico.
No te lo impongo, te lo
recomiendo.

MIL EUROS AL DÍA

¿Por qué molesta tanto un pincho en el calcetín?
Es un error de test de inteligencia.
Igual deberías aceptarlo,

quiero decir,

darlo todo por supuesto,
en plan, soy así, tengo
un pincho en el
calcetín.

Negar ser víctima de lo molesto.
Zafarte de la incomodidad.
No ser impostor.

Si lo consigues te regalo mil euros.
Mil euros al día.

EL PARACAIDISTA DE JUGUETE SE HA ENGANCHADO EN EL ÁRBOL

Se actualizan las aplicaciones de mi teléfono móvil.
Se actualizan ellas solas,
yo no.

Vivo en mi coche aparcado en el párking de un Lidl.
Desde allí veo la vida pasar.

Veo pasar a un viejo todo cubierto.
Veo pasar a un viejo con chubasquero.
Veo pasar a una familia de tontos con una silla de plástico
en el maletero.

No hay ángulos muertos.

Esa telaraña mental que me hace ser
un poco más desgraciado
tampoco existe.

El paracaidista de juguete se ha enganchado en el árbol.
A lo lejos un pervertido me saca la lengua
y se la menea.

Parece decir:

Soy feliz a mi manera.
Soy feliz a mi manera.

DEL CEREBRO NO SABEMOS NADA

Venimos de cenar
bocadillo de lomo con pimientos.
Y los dos tenemos bocadillo de lomo con pimientos
entre los dientes.

Y los dos tenemos un proyecto muy bonito.

Inaman, el superhéroe navarrico,
se pasa las tardes enteras
jugando al videojuego
del encierro.

Si es que es muy divertido – dice.
Cuando juego al encierro se me pasa el tiempo volando.

Y así pasamos nosotros, como el tiempo, volando

Volando y robando tapacubos en el extrarradio.
Tenemos mucha fijación en nosotros mismos.
A veces somos dos paredes enfrentadas.
Del cerebro no sabemos nada.

Como dijo Ezra Pound:

Si este pasaje parece oscuro
al hombre de letras corriente, lo siento,
pero no puede entenderse la historia en veinte días.

CÓMO CONCIBE LA REALIDAD LUIS ORDEN

La
flauta
travesera goza
de buena saluzzzz.

Soy capaz de viajar miles de kilómetros
para tirar un papel cualquiera en
una papelera concreta.

Así soy yo.

Camino gordo y con los brazos abiertos.
Reivindico como Txema, un entierro cristiano
para cada paloma
muerta.

Así me concibo.
Así concibo la realidad.
Porque la realidad no es un
bolsillo.

La realidad es un
bolsilallo.

CUANDO VAYAS A PODAR ME DICES Y YA PIENSO EN MÍ

Puedo escribir lo que quiera.
Libre aquí de poner
y quitar.

En mi mundo puedo inventar
que me ha pasado algo divertido,
puedo contarte la historia del tenedor
torcido.

Pienso
en melocotones.
Pienso en Gloria Fuertes.
Pienso en mí cuando vayas a podar.

Cuando vayas a podar me dices
y ya pienso en mí.

Luego seré libre aquí.
De nuevo
libre.

Libre aquí
de poner y quitar.
Libre aquí de inventar.