Mes: diciembre 2019

Dieron saltitos como perlas de plástico,
mearon en la papelera de su cuarto,
luego se dieron un baño
y acabaron como una
escoba rota en

el tejado.

La conga triste,
sólo marcha,
cuando alguien de la conga,
está triste, o cansado.

No se sabe cuando marcha,
la conga triste.

Nos colamos en ese tren,
el tonto alto y el joven con pantalones 

ajustados.

¿Cuántos días tienen esas zapatillas?
Las compramos en verano, no me duelen, 

me molestan.

Dale una patada de chico joven a ese grano de arroz,
abandona esa escoba mojada en mi tejado,
tengo una bolsa con tres notas,

elige una y márchate.

La sombra de las plantas,
la sombra de una luz apagada,
un flequillo con gomina,
la sombra de una cabeza bien 

amueblada.

Cuando la tarde azul y naranja improvisa,
mola mucho el saltamontes,

no lo mates.

Esas luces proyectadas 
en la puerta y en 

la pared,

esas me vieron crecer, 
esas me acompañaron toda la infancia, 
y en todas y en cada una

estabas tú.

Vista la procesión desde lejos, 
pienso que si formara parte,
y mi vela no se apagara,
seguiría caminando,
pero vista la procesión desde lejos,

me pasa como al erizo,

me hago una bola de pinchos,
cuando veo la procesión,

desde mi ventana.

Todo lo que hago mal, 
lo hago peor en sueños, no me 
reconfortan esas volubles imágenes,
que todas las noches desfilan por mi mente

#¡”R·%AN/())D==O?¿#)M##.

Que no se hagan realidad mis sueños,
y si sueño despierto, que sea por aburrimiento,
prefiero mil veces, tu desfile diario, espectro visible,

recuerdos de antaño.

♪ ♫ ♩ ♬

Hablar con la cajera 
del supermercado de tu barrio
no te hace mejor persona, mirar cómo bebe 

un perro de un charco sí.

♪ ♫ 

Todo esto te lo digo vestido entero de vinilo negro,
pero mira cómo brilla pegado en el cuerpo,
pero mira un panettone mordido

en tu cocina.

♩ ♬♪ ♫ ♩ ♬

Quiero ser ese panadero que vende chapata, 
quiero caminar despacio, quiero 

ser una manzana.

Cuando lo consiga me compraré un par de raquetas
y alquilaré una pista de tenis en el extrarradio, 
quiero ser ese panadero manzana que
vende chapata y que juega a tenis 

en el extrarradio, 

quiero ser ese panadero manzana 
que de tener un animal en 
casa tendría 

un gato.

Quiero quedar con los dos, quiero quedar con ese panadero 
manzana que vende chapata y con esa manzana que 
juega a tenis en el extrarradio, quiero hablar con 
ellos de congeladores y de congelados, 
de inercia térmica y de que una 
vez me quedé dormido 

en una discoteca.

Una prenda 
enganchada en la puerta 
de mi poema, una moda moderna 
me regala una gorra verde, me pongo esa gorra 
verde y salgo a la calle, en mi bolsillo 
una fotocopia en blanco y negro:

SE VENDE PIANO PETROF. 

No me gusta esa fotocopia, 
no me gustas Dr. Fell, la razón, no la sé,
puede que pienses que no rijo con claridad,
que lo que digo no tiene sentido, pero eso es porque 

no piensas como yo, 

nadie piensa como tú, dime que no, 
dime que no piensas que las artes 
marciales violentas son 

el nuevo yoga.