SIN RECLAMOS

Ella me da la vida.
Ella me roba la pasta.
Ella me abraza con la piernas.
Ella me baja los pantalones con los

ojos cerrados.

Ella me clava el mando a distancia.
Ella tiene agujetas y por eso le gustan los perros.
Ella me adoctrina y me lo da todo pero
en el fondo alucina con

los retrasos.

Y tiene fuego en las entrañas.
Y tiene controlado el turno de la droga.
Suena raro, un precio justo,
sin regateos, sin

reclamos.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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