VEO VEO

Cuando la farolas se apagan
Cuando desaparecen las ramas de los árboles
 
Veo bosques
 
Cuando las farolas se apagan
Cuando desaparecen los murciélagos que chupan la sangre
 
Veo patos
 
Cuando las farolas se apagan
Cuando desaparecen los borrachos que bailan como niños
 
Veo gente
 
Todo cambia cuando las farolas se apagan
y solamente
 
Veo
Veo
 

TE INVITO A MERENDAR

Estaba enamorado pero nadie le hacía caso
No supo esperar
De repente le hicieron caso
 
Una lata de guisantes y un taco de jamón serrano
 
Se ofende al escuchar su ridícula historia
Siente pena por la otra persona
“No te quiere”
 
Ensalada de tomate y olivas rellenas
 
Maldice no haber sabido esperar
No haber sido paciente
Amenaza con abandonarlo todo
 
Te invito a merendar
 

CUANDO MÁS LO NECESITABA

Hoy la lluvia golpeaba con fuerza
mi persiana de plástico
y de pronto he recordado
 
las persianas de mi niñez
 
Enormes persianas de madera y clavos
Enormes y pesadas persianas
que mi madre levantaba de golpe
 
por las mañanas
 
Persianas bajadas de madera oscura
Persianas bajadas por la tarde
Persianas bajadas por la noche
Persianas bajadas que
no me dejaban
mirar por la
ventana
 
cuando más lo necesitaba
 

NO NECESITAMOS VOLAR

Necesitamos nuestras manos torpes para volar
Necesitamos un día ser mucho más
 
torpes
 
Necesitamos poder decir que no fuimos
lo que siempre quisimos ser
porque ni siquiera lo
 
supimos
 
Los tejados (vistos desde lo alto)
pronto naranjas como ladrillos
se fundieron con las nubes
 
blancas
 
Y ya no necesitamos nada más
Y estuvimos tranquilos porque
 
ya no necesitamos volar
 

SU NUEVO MUNDO EN MINIATURA

Me costó un buen rato atraparlo
pero tras mucho intentarlo
lo conseguí pescar
 
Imaginaba un acuario en mi cuarto
Imaginaba recrear su nuevo mundo en miniatura
Cuidar de mi nuevo amigo y darle de comer
 
Sería mi nueva mascota rara
Mi nueva mascota viscosa
 
(Algo me decía que no sobreviviría
pero yo no hice caso)
 
Lo escondí en una mano apretada
Lo hice para que nadie sospechara nada
 
Y en efecto nadie sospechó ni tampoco sobrevivió
las tres horas y media de autobús
 
El pobre tritón murió entre mis manos
y acabó en la basura
cinco minutos antes de llegar
 
a su nuevo mundo en miniatura