y yo esperaba sentado y aburrido
en medio de la nada
Llegaba tarde como siempre
Llegaba demasiado tarde
y yo esperaba sentado y aburrido
en el centro de aquella nada
Cada minuto
Cada segundo se prolongaba
hasta el infinito
Entonces apareció de repente
con su mirada velada
entre los rayos del sol
de aquella mañana
de primavera
Y supimos que lo nuestro
jamás funcionaría
Se habían roto los delgados hilos
que nos unían al mundo que habitamos algún día
y un montón de trabas que nunca supimos aceptar
se mostraban claras como las nubes
que ahora ocultaban los rayos del sol
Entonces sus ojeras me hablaron
y me dijeron que no esperara más
Que me largara y le dejara en paz
Y mis ojeras le contestaron
Y mis ojos enmudecieron
Y todos contentos
…