Voy a
comprar un pastel
y regalar un regalo, voy
a comprarlo.
No me gusta rodear el parque,
no me gusta cruzarlo, voy a
comprar un pastel
y me lo voy a
comer.
La inmensa mayoría se observa
reflejada en los charcos,
yo no sin mi pastel,
no quiero que
me
comparéis
con esas caídas
tontas, esas que nadie
ve pero no por ello dejan
de ser tontas.
Mañana
me mando mis
fotos desde tu casa,
mientras tanto consigue con tu paraguas
que no me desborde, todavía conservo
el marco que me regalaste,
es de plástico hundido
en el barro.
Escucho cómo te cortas las uñas de los pies,
siempre lo hacemos a la vez, gracias por
tu regalo, se derrama una litrona
en mi cama.
Tenía
(((mala vibra))),
los perros le ladraban,
se afeitó la cabeza y dijo,
cuerpo, ya no te necesito,
¡desaparece!
Pero su cuerpo no desapareció,
porque de pronto recordó
que había congelado un
polvorón.
Para cuando llegue la Navidad – dijo.
Y llegó la Navidad, y tuvo que besar una
garrapata del tamaño de un garbanzo.
Sólo tienes que apretar los labios,
así – dijo.
*
Y apretó los labios, y besó la
garrapata, y los perros
le ladraban,
y se dejó el pelo largo
y dijo, cuerpo, ya
no te necesito,
¡desaparece!
………….
……….
…….
…..
…
.
¿Cuándo deja de ser el nuevo el nuevo?
¿Cuándo deja de ser la nueva la nueva?
¿Cuando llega un nuevo nuevo?
¿Cuando llegue un nuevo nuevo
la nueva seguirá siendo
la nueva?
¿Y cuando llegue una nueva nueva?
El nuevo nuevo seguirá siendo el nuevo hasta que
llegue un nuevo nuevo y la nueva nueva
seguirá siendo la nueva hasta que
llegue una nueva
nueva.
Se peinaba delante de un espejo
y una mancha roja y brillante
le mató.
Ahora preguntadme cosas,
yo sólo responderé
sí o no.
Escribo desde la cara oculta de la luna
y desde aquí no puedo ver la
Gran Muralla China.
Imagino el mundo.
El mundo es una equis al fondo y el silbido
de algunos coches, el mundo es una
guantera llena de libros viejos,
de migas de pan y trozos
de chocolate.
Algo nace a
través de la parábola,
se forma en la discusión
y muere mañana.
Como cuando la lluvia moja y
descubre una hormigonera
naranja que tú pensabas
era roja.
Si quieres
conocer el resultado,
paga lo que debes, ajusta
tu economía, aprieta
el cinturón.
Aunque tienes el cuerpo entero de madera,
el brazo derecho lo tienes entero
de carne, sólo sientes tu
brazo derecho.
Dicen que te mereces ser más feo,
yo no lo creo, eres muy guapo,
lo saben los negros.
No todos los cuerpos sirven
para cien metros valla,
el tuyo salta.
Tenía
un vocabulario
muy cómodo, muy de
la calle.
Limpiaba como nadie, siempre bajo los
efectos de alguna droga, nunca he
visto a nadie limpiar
igual.
Lloraban sus flores y formaban profundos
regueros de nieve,
y horadaban sus actos,
y abrazaba las farolas,
y los charcos,
y el barro.
Hoy no,
que tienes que estudiar
la manera de fastidiarme todo el invierno,
es muy fácil, una gotita de grasa en la luna delantera
del coche, el parabrisas la extiende y eso es suficiente para
fastidiarme todo el invierno.
Yo mientras seguiré asistiendo puntualmente a todas tus
reuniones, todavía conservo el sintonizador TDT que
me regalaste con su manual de instrucciones,
lo malo es que ya no veo la tele, en el
fondo no querías desprenderte
de él.
¿Por qué me lo regalaste?
¿En que momento lo acepté y por qué?
Entonces todo era tan rocambolesco, recuerdo
al perro de tu vecino, cómo le gustaba
a ese perro mirar por la ventana,
la lancha ya la teníamos,
un plato, un cuchillo,
un librillo de
OCB.