EL FANTASMA

Hace muchos años viví con un fantasma.
Se apagaba cigarros en la lengua
y estudiaba la biblia.

Entraba y salía de casa con sigilo.
Nunca sabía si estaba o si se había ido.

Ahora vivo con una persona viva.

Entra y sale, avisa, sabe cuándo y cómo reírse.
Es todo luz, baña de luz el suelo que pisa.
Tiene mala leche pero sin lactosa.
Es guapo, limpio y ordenado.

Ahora el fantasma soy yo.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *