CERCA DE UN HOTEL

Su mano muerta tumbada
en la carretera.

Su mano dormida,
su mano blanca,
su mano fría.

Su mano muerta soñando las cortinas que ondean
la fachada, soñando las cortinas negras
de su habitación de hotel.

Las cortinas.
Las cortinas.
Las cortinas.

Su mano muerta tumbada
en la carretera.

Su mano dormida,
su mano blanca,
su mano fría.

Su mano muerta y su reloj de pulsera,
su mano muerta y la agujas de su
reloj avanzando en su muñeca.

Tic tac.
Tic tac.
Tic tac.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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