UNA MONTAÑA DE CAJAS

Tengo los hombros inclinados como mi hermano cuando digo
Javito se toca el pito por encima

del chándal.

Tienes las orejas mucho más grandes y finas cuando dices
en junio me toca cuidar a

mi madre.

Tiene una mirada bonita pero enredada cuando dice
tengo un elefante con la trompa rota
que me cuida, tengo un elefante

que me toca.

Tenemos mucho más que decir cuando decimos
un cartel azul tan bello que se funde

con el aire.

Tenéis los martes cara de rata cuando decís
una farola hueca entre los

árboles.

Tienen la pierna helada cuando dicen
una montaña de

cajas.

DESCRIBIMOS RARO

Jugando entre las nubes
parecemos debajo

del agua.

Abrazamos al diferente, generamos kilos
de basura entre los coches y luego
pagamos para que la
recoja el vecino.

Gritamos al unísono:

¡Una copa y la serpiente!
¡Una nevera tiene que ser blanca!

Las drogas en las calles parecen caramelos
y nadie quiere caramelos, nadie quiere volver

al colegio.

Somos miel para las moscas y hacia las moscas
nos dirigimos como cinco

curas calvos.

Los novios de las ministras cagan en el baño de los
ministros pero nosotros que somos muy listos cagamos

en plena calle.

No queremos andar como el resto y por eso andamos raro,
no queremos describir un cilindro y por eso

describimos raro.