CANCIONES POPULARES

Entona una flauta lejana
tristes melodías de arrepentimiento
y los peregrinos bailan con alegría
lamentos camuflados
 
entre canciones populares
 
No entienden
que las notas que flotan sobre sus cabezas
son notas profundas
y tampoco entienden
que son las canciones populares más tristes
que posiblemente hayan escuchado
 
en toda su vida
 

HASTA LAS PIEDRAS

Un tronco en el río
con forma de cocodrilo
observa desde la orilla
 
pescadores y bañistas
 
Dos libélulas tornasoladas
juegan entre los juncos
ajenas a la estampa
 
Tres niños pequeños
hacen chipichapas
 
(Suculento manjar para el cocodrilo)
 
Los abuelos abandonan sus colillas
hundidas en el barro
 
Los pescadores enganchan cucharillas y anzuelos
en cables eléctricos y setos
 
(Cerca de las libélulas)
 
Un flotador de colores
gira solitario cerca de un pozo
 
(Debajo del puente)
 
Y la corriente se lo lleva todo por delante
 
Niños pequeños
Flotadores
Cucharillas
Abuelos
Colillas
Pescadores
 
Todo por delante
 
(Hasta las piedras)
 

EL AMANECER DE GEORGE A. ROMERO

Tres perros de caza
cruzan la carretera
 
espantados
 
Una mosca en la cuneta
se frota las patas delanteras
 
Crecen campanillas en suelo santo
El cementerio se tiñe de blanco
 
Los muertos vivientes celebran
la muerte de su creador
 
Recitan versos al unísono
mientras invaden por última vez
las calles de su ciudad natal
 
Todo es gris excepto tu cielo iluminado
y la sombra de tu copa iluminada
Todo es gris excepto tú
 
¡Oh papá!
 

ABANDONAR EL DESEO

No me gusta desear
ni tampoco soñar
 
demasiado
 
Normalmente rechazo ese pesado sentir
que primero bloquea todas mis acciones
y luego llena de pesado escombro
la celda que alberga
 
mi arrugado corazón
 
Por eso a veces
Lo reconozco
No puedo evitarte
 
Siempre que te veo sueño
con abandonar el deseo
de soñarte de nuevo
 
Pero no lo consigo
 

CAMAS ELÉCTRICAS

Hay una huerta que separa
un grupo de médicos
del resto del pueblo
 
Frutas y hortalizas ocultan
batas blancas y corbatas
mientras la gente joven
 
camina en ropa interior
 
Hay un río que separa
un grupo de médicos
del resto del pueblo
 
Sus diagnósticos mezclados
con el rumor de la corriente
parecen declamados
 
cuentos de terror
 
Hay un valle que separa
un grupo de médicos
del resto
 
Y los hospitales vacíos
no admiten más pacientes
 
en sus camas eléctricas
 

ESTAMOS ACOSTUMBRADOS

Una chica rubia vestida de negro sabe mi nombre
y eso no significa nada cuando quieres
que las cosas ocurran
 
en cinco minutos
 
Se supone que los perros hacen su trabajo
Se supone que los pastores agitan sus brazos
 
Y ajenos al espectáculo su rostro y el mío
se observan callados
 
El sol calienta las mejillas
pero no quema
 
Una puerta se cierra de golpe
y ambos nos perdemos
entre la gente
 
Separados
Cada uno por su lado
No hablamos
 
Estamos
acostumbrados
 

ME VOY A BAILAR UNA JOTA CERCA DEL PRECIPICIO

Un hombre con la nariz rota
necesita urgentemente
pan de molde
y una caja de leche
 
semidesnatada
 
La luz del fluorescente parpadea
cerca del horno
 
Tres cajas llenas de cajas vacías
interrumpen el paso hacia el servicio
 
Un viejo enfadado golpea con su muleta de plástico
un perro abandonado
 
Los artistas callejeros desafinan sus guitarras
y mastican billetes de cinco euros
 
Y las ratas comen pizzas cuatro quesos
cerca de las alcantarillas
 
¿Sabéis qué os digo?
 
Que me voy a bailar una jota
cerca del precipicio
 

EN MI FUTURA NOVELA

No se recoge la basura
No hay servicio de recogida
 
de basuras
 
El olor es insoportable
El aire un tanto irrespirable
Se recomienda el uso de máscaras
 
El viento arrastra bolsas blancas y amarillas
La noche la invaden ratas gigantes
 
Ratas gigantes que comen gatos gigantes
Gatos gigantes que comen perros gigantes
Perros gigantes que comen seres humanos
 
Y mi protagonista no puede caminar
sin toparse con la basura que generaron
 
sus padres hace años
 
No los detesta
No la detesta
Es una cuestión de adaptarse
 
Una pasta marrón informe se ha instalado en el poder
Una bolsa de basura podrida erigida reina
Un saco de ponzoña erigido rey
 
Y todo el mundo sale a morder la mano del vecino
que le da de comer
 
Total
Qué más da
 
Ya no hay poesía que valga
para una bolsa blanca vacía
enganchada en un árbol