EXPECTATIVAS

Es peligroso pensar
que todo el rato todo va a ir bien,
porque no todo puede ir bien todo el rato.

En algún momento algo se desmorona.
En algún momento tu castillo de naipes se derrumba
contigo debajo.

Si aceptas este hecho,
si aceptas que algo malo te ocurrirá
cuando menos te lo esperes y por el resto de tu vida,
entonces ya tienes algo resuelto.

Y resuelto espera a que ocurra como tú lo esperas,
o no esperes nada, o espéralo
todo.

EL JOROBADO DE NOTRE DAME DOS

Tengo
un cepillo
de dientes ponferradino.
Utilizo en gentilicio ponferradino
porque lo compré en una farmacia de Ponferrada.

Ahora vive en Barcelona como yo, se ha instalado en mi baño.

Es como empezar de nuevo en otro planeta.

  • Me ha dicho mi amigo el cepillo.

Compré su amistad…
¡Sí! ¡Qué pasa!

¿Es un delito comprar un cepillo?
¿Es mi cepillo un reflejo inconsciente, un vago recuerdo de lo que fue?

¡Soy un pájaro negro piando en un árbol negro!

  • Me ha dicho gritando.

Vive en mi baño, utiliza mi sanitario.

El otro día vimos juntos en mi salón
El jorobado de Notre Dame
dos.

LAS CLAVES DE NADA

Supongo
que la vida no
es eso que se supone
que debe
ser.

Supongo que cada uno vive su vida.
El cine, la literatura, me han dado claves.
Pero lo questoy viviendo yo es lo questoy viviendo yo.

Lo que vives tú creo que no lo entiendo.

Puedo ponerme en tu lugar pero nunca lo podré entender.

O sí.
O no.
No lo sé.

Supongo que la vida es eso que se supone que debe ser.

Vámonos.
Ven conmigo.

Hablemos
del tiempo pero
no me pidas que te
de las claves de
nada.

Te quiero.
Te ayudo.

Dame la mano.

Pero no me pidas que te
de las claves de
nada.

POETAS DE VERDAD

Poetas de verdad sólo conozco a dos.
No hay rasgo de imbecilidad
en ninguno de los
dos.

Empieza de nuevo en otro planeta.
Ten más miedo de ti que de tu sombra.
Tírate un pedo.
Aprende a ser infeliz en menos de tres meses.
Abraza la oscuridad.
Reforma un local, empieza un negocio.
Que te vaya mal, que te vaya fatal.

Bailan
como monos.
Dicen la verdad sus ojos.

Poetas de verdad sólo conozco a dos.
No hay rasgo de imbecilidad en ninguno de los dos.

TODO EL DÍA EN CASA

La
luz de
la nevera
ilumina la pared
de mi salón a oscuras.

Y yo me voy a mi cuarto con un plato de lechuga entre las manos.
Me siento en la cama, enciendo la tele y miro mi entrepierna.

Se me sale un cojón y parte de la polla
por un lado del calzoncillo.

Es divertido, pero me tapo, pudoroso.
Es ridículo, pero como y me
duermo.

Todo el día en casa sin hacer nada.
Comiendo, roncando, soñando en nada.
Y tú en tu casa viéndome desde un agujero.

Te ríes de mí todo el rato, te doy un poco de pena.

Cierras los ojos y olvidas
lo que has
visto.