CONSIDÉRAME TU LACAYO

Cuando sientas que
algo que has dicho no lo has dicho tú,
cuando de repente aparezca el mismo enano
rumano de siempre con una lata de coca cola en
la mano, puede que te hayas vuelto

loco del todo.

Tu padre te quería militar pero te gustaban
tanto las flores que nada pudo hacer,
tú eras más de paracaídas si de lo
que se trataba era de salvar

la vida.

Mi conversación te aburre a kilómetros
de distancia, reconócelo, el primero
que llega elige litera, o el primero

que se tumba en ella.

Voy a limpiar tu foto pintada de negro,
voy a tomarme un probiótico y para
cualquier cosa que necesites
manda un ese eme ese,
considérame tu

lacayo.

TODO CADUCADO

En octubre de dos mil doscientos
la sombra de un árbol,
su pelo fino, su pelo
joven,

todo estará caducado.

El pelo joven es el mejor pelo,
el mejor pelo es un pelo joven,
miro sus bucles o como se
llamen, miro sus rizos y

pienso.

El pelo joven es el mejor pelo,
el mejor pelo es un pelo joven,
en octubre de

dos mil doscientos

la sombra de un árbol,
su pelo fino, su pelo
joven e incluso
su rostro,

todo estará caducado.

SU CONVERSACIÓN

Su conversación era
más aburrida que
un martillo

rompe cristales.

Se conocieron en el Complejo Pirenaico,
se compraron ropa de marca,
se calzaron gorros de lana,
se abrigaron y

hablaron.

Y hablaron, uno
de los padres del otro,
el otro de sus padres y el resto

de las cañas que costaban cinco euros.

Hacía frío, hacía mucho frío y los chicos
se divertían en el Complejo Pirenaico,
y hablaban, uno de los padres del
otro, el otro de sus padres y el
resto de las cañas que no
estaban tiradas con

amor.