PELUSAS

Los que somos de pueblo
sabemos que no
pican.
Que nos tienen más miedo ellas a nosotros
que nosotros a ellas.
Que no les gusta que nos duchemos,
y menos
que lo hagamos bostezando.

Ellas saben cuando lloverá, se inquietan,
conocen todas
las tormentas futuras.

Son tan finas sus patas y tan fino su corazón,
que a veces el viento las arrastra como
si fueran pelusas.

Tú no tienes la culpa de ser tan feo por dentro,
tan
poco estiloso.

Supongo que la vida te hizo así.

Igual que tú, las arañas
no tienen la
culpa.

MARBLE MADNESS

Recuerdo jugar a ese videojuego,
no tenerlo.

Creo que lo alquilamos.

Recuerdo la maqueta de un coche a medias.
No recuerdo qué
modelo.

Recuerdo
los cortos de Disney.
El patito feo, la liebre y la tortuga,
el ratón de pueblo que viaja a la ciudad,
los dos gatitos que tocan el piano, Ferdinando el toro bravo…

Y recuerdo un payaso en medio de un bosque oscuro.
Creo que ese payaso era y sigo siendo yo.

UN TXEMA DE ORO

He
recibido un Txema de oro
por todos mis logros y por ser como soy.

Una lista:

Hago muchas cosas sin vista.
No soy de los que llegan tarde a los sitios.
Ejercito malas artes.
Soy una especie de brujo de rancio
abolengo.
Cago desnudo
como los cubanos.
Tiendo a embaular mis
problemas.
Soy una sombra chinesca que insulta,
un artículo complejo, un espejo
en el suelo.
Tengo poderes mágicos.
Tengo objetivos.
Quiero estudiar en un colegio de madera,
y si pienso en algo, acto seguido
ese algo se convierte en
un disfraz.

MI COCO ROTO

Se calienta tanto mi coco roto
en sueños
que derrite mi coco roto
los tapones de cera
de mis oídos.

Hoy mientras desayunaba
ha salido disparado de debajo de la mesa
un perro de aguas.

No sé si me lo he imaginado.

Se calienta tanto mi coco roto en sueños
que no sería extraño haberlo visto
salir disparado de debajo
de la mesa.

¡BUM!

No soporto
el viento que me despista,
moviendo puertas y ventanas
a su antojo,
sin pedir permiso.

No soporto cuando el sol sale por las mañanas,
orgulloso y creyéndose un rey que
todo lo baña.

Y la luna que se asoma cuando quiere,
que se oculta entre las montañas
cuando le da la gana.

Siempre amenazando
y cuando menos te lo esperas…

¡Bum!